¡Buen día seguidores!
Hoy 25 de noviembre y el
tema del día será dividido entre ésta y la entrega del mes próximo: la relación
de Frida con su Tierra.
Llegamos a la
conclusión que Frida jugó con su fecha de nacimiento en honor a su Patria, y
así decidía haber nacido el mismo día que se revolucionó México, el 10 de julio de 1910.
Siempre fue y se sintió
muy mexicana. Durante toda su vida, no perdió la oportunidad de dejar reflejado
en sus pinturas su visión hacia su México natal.
Este cuadro deja ver claramente las diferentes clases sociales que
se manejaban por ese entonces, mezcladas en un autobús. La señora ama de casa
humilde yendo de compras con su canasta de mimbre, el obrero luciendo el overol
azul típico de la época, una mujer indígena con su bebé en brazos, un niño
distraído con el paisaje, un hombre bien vestido representando al “señor bien”
y la última dama, casi con seguridad, apostando a que es la misma Frida. Se
tienen ciertos indicios que ésta es la representación del viaje cuando se
produjo el trágico accidente en 1925. La bolsa de polvo dorado que lleva el
hombre en sus manos sería el oro que
bañó completamente a Frida luego del impacto.
Dos desnudos en un bosque - 1939
En esta pintura se tejen varias teorías basadas en distintos
razonamientos.
Si observamos a las dos mujeres, una es morena y la otra luce piel
blanca. Eso significa que Frida quiso representar sus orígenes y las dos
figuras son ella indígena, con todo el paisaje y el entorno a su favor y ella
europea, resignada a un mundo que no pertenece.
Por otro lado, como fue un obsequio para su amiga íntima Dolores del Río,
no faltó la especulación de sostener que es la representación de ellas dos haciendo
alarde de su bisexualidad.
Autorretrato en la frontera entre México y los Estados Unidos –
1932
(En el pedestal se lee "Carmen Rivera
pintó su retrato el año de 1932"; Carmen era el nombre de bautismo de
Frida.)
Para explicar este cuadro, hay que hacer un
poco de historia.
Luego de la destitución de José Vasconcelos como ministro de cultura, el trabajo de
los artistas mexicanos disminuye considerablemente.
El matrimonio Rivera –Kahlo, ante la falta de
trabajo y las persecuciones políticas deciden mudarse a los Estados Unidos
y llegan a San Francisco en 1930.
Frida experimenta sentimientos encontrados: ¨El gringuerío no me cae del todo bien¨,
le escribe a una amiga, ¨son gente muy
sosa y todos tienen cara de bizcochos crudos¨.
En 1932, inmersa en esta situación, realiza este
óleo donde Frida posa erguida y elegante, situada entremedio de dos realidades
completamente diferentes.
El paisaje de México está dominado por la naturaleza:
las flores, las plantas, el sol y la luna, las ruinas de un templo
precolombino, dos ídolos de la fertilidad y una calavera en el medio
representando el ciclo vital. Todo color, vida …
El de Estados Unidos, intenta justamente
mostrar todo lo contrario. Se destaca la industria, las fábricas con su humo
contaminante, los rascacielos, los artefactos eléctricos, las máquinas. Todo es
gris, un mundo oscuro…
¨La High-Society de aquí me saca de quicio y me
sublevan esos tipos ricos, pues he visto a miles de personas en la peor de las
miserias, sin lo mínimo para comer y sin un lugar dónde dormir, eso es lo
que más me ha impresionado; es espantoso ver a estos ricos que celebran fiestas
de día y de noche mientras miles y miles de personas mueren de
hambre… Aún, cuando me interesa mucho todo el progreso industrial y
mecánico de USA encuentro que los americanos carecen de toda sensibilidad y
sentido del decoro¨.
Frida Kahlo
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